Tratamiento con flúor

El tratamiento con flúor es una forma fácil e indolora de prevenir las caries en niños y adultos. Nuestros dientes están en un proceso constante de desmineralización (pérdida de minerales) o remineralización (obtención de minerales), y cuando estos procesos no se equilibran entre sí, la desmineralización puede derivar en una mayor susceptibilidad a las caries. Los tratamientos con flúor ayudan a acelerar el proceso de remineralización para una salud óptima del esmalte (diente) y reducen el riesgo de caries.

El flúor usado en un consultorio odontológico es mucho más fuerte que el utilizado en las pastas dentífricas o los enjuagues bucales que se compran en una tienda o farmacia. Generalmente, se coloca con un hisopo de algodón o un cepillo, o se usa como un enjuague que se mantiene en la boca durante varios minutos. Después del tratamiento, no debe comer o beber por un plazo de 30 minutos para que el flúor pueda ser absorbido por los dientes.

Dependiendo de su salud bucal y el plan de salud bucal que ha desarrollado con su dentista, es posible que se le recomiende un tratamiento con flúor cada tres, seis o doce meses. Este tratamiento reduce su riesgo de caries.

El tratamiento con flúor también se usa para tratar la sensibilidad dental ya que fortalece el esmalte dental y puede reducir la sensibilidad a bebidas calientes y frías, comidas dulces, o cepillado y uso de hilo dental. La sensibilidad dental es muy común. Si sufre de esta condición, consulte a su dentista o higienista sobre la pasta dentífrica hecha específicamente para dientes sensibles además del tratamiento con flúor.

El tratamiento con flúor se puede realizar en cualquier cita dental. Encuentre una sede cercana y pida una cita hoy.